Editorial: Decisiones, por favor (La Voz de Medina)

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Que nadie tuvo la culpa del hundimiento de la cubierta cercana a la espadaña de la iglesia del Hospital Simón Ruiz es innegable. Pero de ahí, a que la calle Costado del Hospital lleve cortada al tráfico, generando problemas cotidianos a todo el mundo, más de cinco meses, hay una diferencia.En el fondo de la cuestión se encuentra la falta de toma de decisiones en el Consistorio medinense, que no remata, ya que día tras día y mes tras mes las cuestiones van quedando pendientes para mejor ocasión. Y si no se resuelve un simple corte de calle, más difícil es que se solventen temas tan importantes como la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, que de nuevo se anuncia  para finales de mes, tras haberse arrastrado, el PGOU, naturalmente, por todos los despachos habidos y por haber de la Junta de Castilla y León y de las asesorías más diversas.Pero volviendo al tema inicial, la ciudadanía ya está más que preocupada por el devenir del Hospital Simón Ruiz, uno de los edificios más emblemáticos de la villa, y que sigue sin saberse, a pesar de los acuerdos suscritos entre la Fundación de que depende y otra de carácter empresarial, el futuro que se avecina para el mismo.Y es que, unos por otros, y todos por ninguno, el deterioro que se está produciendo en dicho inmueble histórico es ya más que notable, de forma tal, que cualquiera de estos días los males que puedan producirse en el mismo serían irreparables y muy costosos para su posterior rehabilitación. Está que se cae.Ya va siendo hora que alguien tome una decisión a este respecto, en vez de lanzar las campanas reivindicativas al vuelo para cuestionar las subvenciones que otorga o no el Gobierno de la Nación a Medina del Campo, ya que cuando las mismas se conceden, nuestro Ayuntamiento es incapaz de invertirlas y se ve incluso obligado a devolverlas.Otro tanto podría decirse del Olimpia y, por qué no, añadir a la lista el proyecto de la pasarela del Castillo de la Mota, ya que éste no depende del Gobierno Central, sino de la Junta de Castilla y León, donde seguro que el equipo de Gobierno de Medina del Campo tiene influencias sobradas para prorrogar el período de la subvención o para destinarla a otro fin.Pero como las Elecciones Generales ya se han convocado y los ciudadanos tienen una cita obligada el día 9 de marzo, seguro que nuestra clase política empieza a lanzarse los trastos a la cabeza y a distraer a los ciudadanos con todo tipo de propuestas, aparcando por dos meses los problemas cotidianos de Medina.                                                                                                                                                                                                                                                                             LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA