En un reciente informe del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), se revela que el Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llegado a más de 33,000 hogares en Castilla y León, beneficiando a 96,982 personas en enero de 2024.
La estadística destaca que el 53.9% de los beneficiarios son mujeres, representando un total de 52,332 personas. Esta prestación, gestionada por la Seguridad Social, está teniendo un impacto significativo en la reducción de la pobreza infantil, ya que el 43.4% de los beneficiarios son menores, totalizando 42,116 niños y niñas.
En cuanto al Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI), las prestaciones han superado las 19,954 en Castilla y León. Esta ayuda, implementada desde enero de 2022, proporciona un respaldo económico mensual de 115 euros por hogar para niños de 0 a 3 años, 80.5 euros por cada niño entre 3 y 6 años, y 57.5 euros por cada menor de 6 a 18 años.
Estos datos reflejan la relevancia del IMV como un mecanismo esencial para apoyar a los hogares en situación de vulnerabilidad en la región, destacando su contribución crucial en la lucha contra la pobreza, especialmente la infantil.
