Redacción.-
- En los próximos días el calentamiento se propagará a la troposfera, donde ocurren los fenómenos meteorológicos
- Esto podría traer aire frío y borrascas a la Península Ibérica
El calentamiento súbito estratosférico ya es una realidad y en las últimas horas se ha extendido por la estratosfera del hemisferio norte. A diferencia de la troposfera, que es la capa donde ocurren los fenómenos meteorológicos, la estratosfera no muestra apenas movimientos verticales de las masas de aire y no tiene la influencia directa de los obstáculos e irregularidades orográficas, así es más fácil de predecir su comportamiento, explica Víctor González, experto de Meteored (tiempo.com). Por eso, ya se sabía que iba a ocurrir desde el mes de enero.
El evento está siendo muy significativo y se está traduciendo en una inversión de los vientos zonales del oeste que soplan en torno al polo norte. Este vórtice se ha desplazado sobre Europa y en su lugar se ha desarrollado una corriente opuesta, con vientos del este, sobre el ártico. De momento, este cambio no tiene ninguna influencia directa en la troposfera, pero las previsiones indican que en los próximos días se irá propagando a capas cada vez más bajas.
¿Qué es un calentamiento súbito estratosférico?
Es una anomalía positiva de temperatura que se desarrolla rápidamente en la estratosfera, llegando a calentarse más de 50 ºC en 2 o 3 días, y que altera significativamente la circulación de vientos de la misma. Esto puede o no transmitirse a la troposfera y llevar aire frío y borrascas hacia latitudes más bajas como la nuestra.
Entonces, ¿qué podemos esperar en las próximas semanas?
En este caso, las consecuencias en la troposfera sí podrían ser inminentes y desembocar en un debilitamiento del vórtice polar troposférico, lo que facilitaría la migración de masas de aire lejos de su latitud de origen. Dependiendo de cómo encajen las piezas, España podría verse afectada por invasiones de aire frío y borrascas en las próximas semanas
De hecho, aunque no puede probarse todavía una relación directa con lo que está sucediendo ahora mismo en la estratosfera, los modelos están empezando a ver cambios en la situación meteorológica a escala sinóptica de cara a finales de febrero. En principio, se gestará un importante anticiclón de bloqueo al oeste de Europa y las bajas presiones discurrirán al sur del mismo afectando en cierta medida a la Península Ibérica.
