El espíritu de la Navidad ya se ha acabado. Como dicen los memes por ahí “empiezan los juegos del hambre” o “ya puedes volver a llamar hijoputa a todo el que te caiga mal”.
Y efectivamente, el año empieza rabiosito. Ya el día 5 de enero, en Sineu (Mallorca), el rey Baltasar se negó a entrar en la iglesia parroquial declarando ser musulmán. No me jodas, que te han contratado para eso y ya sabías a lo que ibas. ¿O te has hecho musulmán durante la cabalgata? En fin.
Un ejemplo de rabiosito foráneo puede ser el príncipe Harry echando pestes sobre Camila “Tampax” Bowles y otra que suelta lindezas es Shakira sobre Piqué en una cancioncita que se instala en tus meninges y ya no la sacas ni con agua caliente.
Otro que parece estar cabreado, esta vez con los heterosexuales, es Pedro Sánchez. Me llega un mensaje en el que dicha persona se supone que dice: “Ojalá pronto no quede rastro del típico matrimonio franquista de hombre y mujer que tanta violencia y odio genera”. Luego reparas en la procedencia y no es del tal Sánchez, sino de un graciosillo que se entretiene en despistar a los incautos que no leen las cosas del todo.
Me llega también un vídeo en el que el cabreado es Arturo Pérez Reverte: “Sánchez es un pistolero, los ha matado a todos, incluso a los sicarios que mataban en su nombre. Es malo, chulo, ambicioso, arrogante, cínico. Si mi hija se casara con él, a lo mejor yo no estaría muy contento”. Pero resulta que es de octubre de 2021. Resumiendo, parece que algunos están buscando en el baúl todo lo que pueda valer para la mani del día 21 contra el personaje que nos gobierna. Tanto odio se acumula por doquier que hasta el VI Foro de la Cultura, que se celebrará en febrero, lleva el lema “Odiad, malditos”. ¿Para cuándo una vacuna contra el odio pa’ tipos como tú-u-u-u-ú?
Rodrigo V.
