Redacción.-
Como bien saben, el pasado martes 8 de noviembre, este medio de comunicación realizó un foro que llevaba por nombre «Municipalismo como inversión de futuro en la zona sur de la provincia de Valladolid». Las jornadas contaron con la presencia de instituciones y industrias implicadas en el Espacio CL-602; un proyecto piloto donde dieciséis municipios trabajarán en conjunto para desarrollar planes de futuro centrados en el empleo, en la riqueza económica y las sinergias empresariales. Unas conferencias donde intervinieron autoridades como el alcalde de Medina del Campo, el presidente de la Diputación Provincial de Valladolid y el consejero de la presidencia de la Junta de Castilla y León.
Y es que, gracias a todas esas nutridas ponencias, en la sala polivalente del Hospital Simón Ruiz se quedaron varias ideas clave para el futuro de estos municipios. El entorno rural no somos la España Vaciada; somos la España de las oportunidades, del talento y de los años venideros. La despoblación del mundo rural se ha convertido en una de las principales problemáticas que afectan a nuestro país; algo que se lleva sucediendo desde mediados del siglo XIX. Sin embargo, en esa zona sur de la provincia de Valladolid, donde nos encontramos, no se trabaja al cien por cien para frenar esta inquietud, por llenar de nuevo las calles de ilusión, de juventud o de vida.
Debemos valorarnos más, apreciar más nuestros negocios, nuestros comercios de proximidad, las importantes empresas que tenemos en nuestra comarca. En definitiva, ser generosos con nosotros mismos y apostar por nuestro talento. Un talento que, en estos último años, ha venido de la mano del teletrabajo. Cuando la pandemia irrumpió en nuestras vidas, la ciudadanía tuvo que adaptarse al momento y a las nuevas preocupaciones que ocurrieron. Los pueblos deberíamos estar orgullosos de todo el trabajo que hicimos por salir adelante en ese momento; pero sobre todo por emerger mucho más reforzados.
Tanto las instituciones locales, provinciales y regionales, deberían trabajar y frenar esa fuga de cerebros que sufrimos en nuestra Comunidad. El mundo rural tiene una capacidad de perspicacia igualitaria a la que se luce en las ciudades. Los pueblos importamos y el futuro que nos espera si detenemos estos aspectos es cuanto menos prometedor.
