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viernes, abril 19, 2024

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Se acerca el invierno de la crisis energética

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Editorial

Europa vive sumida desde hace meses en la realidad que trae consigo la dependencia energética. Con la llegada de la Guerra de Ucrania y el corte del suministro de gas ruso, se ha puesto de relieve cómo vive esta sociedad, al albur de las decisiones de los países más potentes, con unos líderes que no traen excesiva confianza a nuestra sociedad.

Con un panorama de auténtica crisis con subidas de precio en todos los sectores, Alemania plantea no cumplir con sus propósitos con los verdes de echar el cierre a sus centrales nucleares, mientras que aquí los partidarios de hacer uso de este tipo de energía cada vez tiene más adeptos. Sin embargo, algo que sí se puede destacar ha sido traer durante varios años multitud de placas solares y molinos para dotarnos de una pequeña dependencia, aunque sólo haya servido para paliar de manera ínfima el coste de esta crisis.

Y es a los ciudadanos nos palpita el corazón cada vez que llega la factura de la luz, y muchos consumidores se están planteando dotar de sistemas alternativos a sus domicilios, como placas solares o un sistema de calefacción más eficiente y que no conlleve tanto gasto a la larga. Así somos en España, y sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Por ello, vemos cómo esos pedidos de placas solares llegarán en al menos seis meses.

Sin embargo, sí podemos celebrar la nueva incorporación que tendrá Medina del Campo desde el mes de noviembre. Esta no es otra que la planta de biomasa y red de calor que visitó el alcalde del municipio junto al director de SOMACYL esta semana, una buena apuesta para reducir el coste energético de los edificios de esa zona sur que trae también una apuesta de futuro.

No es baladí ese gasto, pues somos conocedores de lo que supone esta piscina cubierta -que aún espera sus obras de eficiencia-, el Hospital de Medina del Campo y todos los inmuebles de propiedad municipal que allí se sitúan, como el Polideportivo Pablo Cáceres o el propio albergue, donde en la actualidad se acoge a los más damnificados de la guerra.

Con toda esta subida de la luz y la cercanía del invierno, queda claro que nuestro continente no puede seguir con esta dependencia de energía exterior. España tiene que plantear sus alternativas nacionales, pero será Europa la que deberá idear más pronto que tarde unos planes donde no sean protagonistas los Biden o Putin de turno.

La Voz de Medina y Comarca

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