Y. Cobos.-
Después de dos años de restricciones, los vecinos volverán a bailar el palillo en sus Fiestas en honor a San Miguel que comenzarán el día 28 y finalizarán el 2 de octubre. Su alcalde, Enrique Seoane ha desgranado algunas citas lúdicas de la programación.
Aunque lleva en la alcaldía de 2015, ¿Cómo han sido estos tres años de legislatura?
Estos últimos años, en lo referente a San Miguel, hemos tenido la sorpresa que nadie esperaba con la llegada de la pandemia; no pudimos celebrar las fiestas de 2020. Aquello fue el decreto que nunca jamás pensé que íbamos a hacer y nos vimos obligados a ello. El año pasado recuperamos gran parte de las fiestas pero no de la manera tradicional, sino adaptadas a la situación del momento y de las restricciones sanitarias que había.
San Miguel se desarrollará con total normalidad y, tras el fin de las restricciones en los festejos taurinos, este año vuelven los toros a recorrer las calles ¿Había ganas de que este hecho sucediera?
En realidad el año pasado fuimos el primer pueblo de la provincia en tener un encierro. No por las calles, pero sí campero. Este año volvemos a tener encierros tradicionales por el centro de Castronuño, que es algo que la gente ansiaba.
Una de las actividades más destacadas de las Fiestas de Castronuño en la Bajada del Palillo, una identidad del municipio y un legado cultural que no deja indiferente a quien se suma a vivirla ¿Podría explicar en qué consiste?
Es el alma de la fiesta; no se entendería la Fiesta de San Miguel sin la Bajada del Palillo. Es algo muy castronuñero y muy de todo el que se viene a unirse. Consiste en bailar desde las cuatro hasta las seis de la tarde desde el Ayuntamiento hasta la Plaza Mayor, que más o menos son unos 200 metros. El pueblo se llena de gente y es un encuentro intergeneracional. El palillo es una canción típica, un charro que hemos hecho nuestro. Es el mayor momento de algarabía compartida.
Entrevista completa en la edición impresa de ‘La Voz de Medina y Comarca’
