Redacción.-
¿Tienes unos objetivos profesionales definidos y sabes cómo lograrlos? ¿Sabes cuáles son tus puntos fuertes y cómo mostrarlos al mundo? Tus creencias pueden llegar a limitar tu día a día y tu trayectoria profesional. Conocerlas, ser consciente de cómo te limitan y transformarlas es imprescindible para conseguir tus objetivos laborales.
En el marco de la 2.ª Feria Virtual de Ocupación de la UOC tuvo lugar la charla «Las tres claves del éxito profesional» realizada por Elena Trilla, executive coach, especialista en neuromarketing y neuroeconomia y profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. En esta sesión nos enseña cómo liderar nuestro proyecto profesional a través de liderarnos a nosotros mismos. Descubre a continuación sus consejos para conseguirlo.
Tus valores son la brújula que te ayudarán a guiar tu camino
¿Te has preguntado alguna vez por qué nos comportamos como nos comportamos? ¿Por qué algunas personas tienen éxito? Trilla explica que «el pensamiento convencional nos ha llevado a creer que podemos desarrollar cualquier competencia y que nuestra mejora se centra en mejorar nuestras debilidades. Hay estudios que demuestran que las personas que tienen éxito focalizan su pensamiento y sus acciones en sus fortalezas. Tus valores son la brújula que te ayudarán a guiar tu camino: lo que para ti es importante en el entorno laboral, las tareas que realizas y con las que se te pasa el tiempo volando. Si haces aquello que se te da bien, es cuando brillarás y disfrutarás.»
Hay tres aspectos fundamentales que se tienen que tener en cuenta para poder dibujar nuestro éxito profesional y lograrlo con éxito. Para empezar, tenemos que definir el objetivo. ¿Qué es tener éxito para ti? No es fácil saber qué queremos, pero es posible con tiempo, dedicación y las herramientas adecuadas, asegura Elena. Es posible saber qué queremos si dedicamos tiempo a conocer y a hacer una retrospección en nuestro mundo interior.
¿Conoces tus fortalezas?
Acostumbramos a saber identificar aquello que no nos gusta o aquello en el que no somos buenos, ¿verdad? Pero con este pensamiento estamos poniendo nuestras energías en el que no nos interesa. ¿Qué herramientas de autoconocimiento pueden ayudarme a definir mi objetivo profesional?
Análisis DAFO. Las experiencias laborales pasadas nos permiten elaborar un análisis de los retos que hemos conseguido, de los ámbitos en los cuales no hemos progresado tanto y, de estos dos puntos, extraer las oportunidades y las fortalezas para nuestro futuro. En este ejercicio es muy interesante tener el feedback de personas que te conozcan profesionalmente o hayan trabajado contigo para enriquecer el análisis con lo que proyectas a los otros compañeros.
Roles de Belbin. Se trata de analizar los diferentes roles de equipo. Esto permite una fotografía de las fortalezas de cada uno de los miembros. Está pensado para analizar los comportamientos de un equipo de personas, pero aplicado a nivel individual puede resultar muy útil para saber cuál es tu rol predominante.
Metodología DISC. Nos ayuda a saber cuáles son nuestras motivaciones, nuestros miedos y qué son nuestros patrones de comportamiento. Se consigue a través del análisis de cuatro parámetros: cuál es tu capacidad para conseguir retos, para influir en los otros, para responder a los acontecimientos y a los cambios y para seguir los procedimientos.
Los objetivos son indispensables para marcar el camino
Desarrollar habilidades y evaluarlas te ayudará a acercarte a la meta que te has establecido. Independientemente del lugar en el que quieras trabajar, tienes que desarrollar una serie de habilidades que te ayudarán a lograr tu objetivo. Según el World Economic Forum, explica Trilla, entre las habilidades más demandadas para el 2025 encontramos el pensamiento analítico y de innovación, el aprendizaje activo, la capacidad de resolver problemas complejos, un pensamiento crítico y analítico, la creatividad, la resiliencia y la inteligencia emocional.
Lograr estas habilidades es un proceso que, como ya hemos dicho antes, no es fácil ni rápido. Hace falta constancia, repetición y conciencia de por qué queremos desarrollar esta habilidad, es una fase clave. Con el tiempo y la práctica, la habilidad se convierte en un hábito. Una vez llegados a este punto, hay que marcarnos un objetivo final y unos objetivos de desarrollo y de proceso para llegar a nuestro hito.
Lo que piensas determina quién eres y de qué eres capaz
Programar tu mindset, es decir, tu mentalidad de crecimiento es fundamental. Cuando hablamos de mindset nos referimos al conjunto de pensamientos que dan forma a nuestra mente y determinan nuestro comportamiento ante una situación concreta. Este concepto lo explica Elena según la definición de la psicóloga Carol S. Dweck.
Si combinas tus motivaciones, tus competencias innatas y las características de tu personalidad se conjuga esta «zona óptima profesional» que nos ayuda a conseguir el éxito profesional. Es importante revisar nuestro mindset para analizar si nos está ayudando o nos está limitando.
Lo que creas hará que te comportes de una manera u otra, y esta conducta te condicionará. Pensamientos como «creo que no soy capaz», «no tengo tiempo», «me dirán que no»… son pensamientos que te condicionan en el día a día de tanto repetírtelo. Hay que revisar tu lenguaje, en vez de «yo soy inseguro» es más adecuado «estoy inseguro» ante esta situación, por ejemplo. ¿Te son familiares estos casos? Si es así, hay que poner énfasis en esta parte y revisar tus pensamientos. Es posible transformar tus creencias limitadoras, por eso tenemos que detectar la intención positiva de esta y empezar el cambio.
Este proceso «no es fácil, no es rápido y no es gratis». Muchas veces no todo depende de nosotros, con la pandemia lo hemos vivido en primera persona. Céntrate en todo aquello que sí depende de ti, de las cosas que tú puedas influir en tu éxito profesional. Muchas cosas no dependen de ti, y otras muchas sí.
Elena Trilla finaliza su ponencia con un mensaje claro, breve y muy importante: cree en ti, ¡eres capaz de todo lo que te propongas!
