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domingo, noviembre 10, 2024

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Los patinazos del ministro Garzón en la nueva política del fango

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Editorial

Había un tiempo en el que el debate político se hacía de cara a la sociedad a través de discusiones de nivel, en las que nuestros representantes daban rienda suelta a su elocuencia. Ese tiempo ha pasado ya, y aunque no llegamos a decir que fue mejor, lo cierto es que tenía cierto encanto.

Sin embargo, el fango es el lugar en el que se mueve la política actual, en el que las redes sociales magnifican unas polémicas a través de unos seguidores ávidos de odio. En este sentido, fue el propio presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien recogió la “patinada” del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en una entrevista concedida al periódico británico The Guardian. El líder de Izquierda Unida es un viejo conocido en esto de la polémica, puesto que hemos visto ya la generada sobre la reducción en el consumo de carne roja, que desembocó en imágenes en redes sociales de parte de la derecha gozando de un buen chuletón, y también ha intentado luchar contra el sexismo con la llamada “Huelga de Juguetes”, con resultado de imágenes en internet de niños jugando con tractores y niñas con Barbies. Ahora le ha tocado la fibra directamente a la ganadería.

Pese a que se trata de un debate en el que caben muchos matices, se puede estar de acuerdo en que el incremento de macrogranjas puede ser negativo para nuestro entorno. Sin embargo, lo que no es de recibo es tener a todo un Ministro de Consumo lanzando declaraciones susceptibles de polémica cada mes y medio, con todo lo que supone para las partes implicadas. La principal labor que debe tener como ministro viene en legislar, pues llevamos tiempo observando cómo las leyes de bienestar animal se van aplicando en las explotaciones ganaderas poco a poco sin mayor trascendencia mediática de la necesaria.

La defensa del propio Garzón ha sido decir que sus declaraciones son “impecables”. En este sentido, el alegato de IU y Podemos ha sido directamente acusar al contrario de lanzar bulos, en una nueva forma de jugar con el lenguaje, pues se podría hablar de exageración pero no puede ser calificado directamente como Fake News.

Luego tenemos a esa parte del gobierno que pone la zancadilla a su propio compañero, con un Partido Socialista en modo Dr. Jekyll y Mr. Hyde. En un momento en el que se acerca un periodo electoral importante, sabemos que será la derecha quien saque el mayor rédito político. Porque en una partida se juega con tus propias cartas pero, sobre todo, con la torpeza del contrario. Y sin juzgar su trabajo como ministro, lo cierto es que como portavoz no hace otra cosa que darle bazas ganadoras a sus rivales.

La Voz de Medina y Comarca

4 COMENTARIOS

  1. The Guardian, 14 de diciembre de 2021:
    P: ¿Con el tema de la carne, ¿cómo va a lograr el apoyo de los ganaderos y cómo va a cambiar la mentalidad de los españoles?
    R: Sabíamos donde nos metiamos, pero nuestro objetivo es transladar la evidencia científica en su conjunto a las políticas públicas. Sabíamos, sin embargo, que nos enfrentábamos a una gran oposición. El tablero es complejo porque gran parte de la oposición viene de las grandes empresas. Grandes empresas que hacen uso de la ganadería industrial. Aquí hay que diferenciar entre ganadertía industrial y la ganderia extensiva. Esta es una ganadería ecológicamente sostenible y que tiene mucho peso en determinadas regiones de España como pueden ser Asturias, parte de Castilla y León, inlcuso Andalucía o Extremadura.
    Pero esta es sostenible, la que no es en nigún momento sostenible es la que llaman las de las macrogranjas. Ayer mismo había un reportaje, creo que el origen del estudio era Reino Unido, aunque no estoy seguro, que decía que 20 grandes empresas multinacionales de ganaderia industrial emiten gases de efecto invernadero equivalents a 3/4 partes del dioxido de carbono que emite España. Es un dato asombroso, Pero claro, es que toman un pueblo de la España despoblada, meten 4.000 cabezas de ganado allí, o 5.000 o 10.000, contaminan los suelos, contamina el agua y después normalmente se exporta. Es una carne de peor calidad, es un maltrato animal, además de que lo que se produce genera un impacto ecológico descomunal y desproporcionado.
    Teóricamente, los ganaderos de ganadería extensiva deberían estar de acuerdo con nosotros porque nunca hemos dicho que no hay que comer carne, sino que hay que reducir el consumo de carne, y que la carne que se consuma sea así (procedente de ganadería extensiva) La pelea grande fue con sus grandes empresa que tiene una gran poder en España. Un gran poder significa mucho dinero para invertir en publicidad, en mediso de comunicación, y muchos contactos para influir sobre las Adminsitración Pública.
    Nosotros sabíamos dese el principio que era un tema que iba s er polémico, pero que era necesario. En otro países está mucho más avanzado (en Alemania, Reino Unido, ..).Pero e España iba a ser la primera vez que alguien desde un Gobierno iba a decir lo que decían los científicos desde hace mucho tiempo.

  2. Bravo Sr. Garzón por su honestidad y valentía. Hay que abrir los ojos a tanto «cateto» iletrado que solo saben que loar las consignas que les transmiten. Es decir, son palmeros que hacen la ola a los grandes lobis cárnicos. Mientras, el medio ambiente, queda arrasado en beneficio de unos pocos.
    Granjas, sí. Ganadería extensiva, sí. Carne de calidad y bienestar animal.

  3. He ahí dos respuestas de personas que se informan en contraste con un editorial lleno de falacias y supuesta equidad , cuyo único fin es ayudar a la derecha. Mintiendo, claro.

    • la pena es que no debió ser del agrado de J.C. ni de sus ilustres naunciantes que describiera cada uno de los puntos que dijo Garzón con datos. Un pequeño resumen:
      1. Comemos mucha carne. España lidera el ranking europeo de consumidores de carne (casi 50 kg de carne/año). Castilla y León es la comunidad que está a la cabeza (por encima de los 57 kg) casi el triple del consumo máximo recomendado por la OMS (21 kg de carne y pescado; y evitando todo lo posible las carnes rojas y procesadas) mientras que de legumbres no llegamos los 4 kg de consumo anual.
      2. Las macrogranjas contaminan los suelos. Tenemos el Zapardiel que no lo recuperaremos en la vida, a pesar de tener ese compromiso firmado con la UE (para todas las cuencas y rios) pero ya estamos contaminadno el Adaja hasta límites preocupantes (ya lo estaba hace 10 años con picos de concentración muy altos en su curso -y no lejos de aqui-) y seguimos bebiendo de ahí. 32 millones de cerdos son criados al año actualemnte, 10 millones más que en 2011. La mitad va a China. La carne va para allí, los purines se quedan en nuestro suelo.
      3. La carne procedente de ganadería inensiva es de peor calidad. Algo que es promovido por los propios ganaderos de extensivo con sellos de calidad, e incluso por consejerías autonómicas: como por ejemplo el de la ‘Ternera gallega’.

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