Editorial
Medina del Campo sufre desde hace semanas una oleada de robos que ha traído la inquietud a los vecinos de la localidad, que ven con desazón cómo algunos locales conocidos tienen que enfrentarse a unos malhechores que en algunas ocasiones actúan de manera violenta.
Hace días nos hacíamos eco de los robos producidos en dos naves industriales de la localidad, que se saldaban con diversos daños en sus inmuebles, y el robo de determinada maquinaria y dinero. No sólo eso, sino que otra empresa de la zona denunciaba el robo de uno de sus camiones.
El pasado 25 de agosto, Policía Nacional informaba sobre la detención de dos individuos por perpetrar robos en una farmacia y un supermercado de Medina del Campo, uno de ellos oponiendo resistencia a la autoridad.
Con todo esto sobre la mesa, llegamos a las Fiestas de San Antolín, unos días de descanso para unos y de trabajo constante para otros. Y con la aparición de las festividades, “los amigos de lo ajeno” han vuelto a actuar.
El día 1 de septiembre los ladrones han vuelto a las andadas con un robo en un establecimiento del barrio de la Mota, en el que hicieron uso de un hacha, dejando un herido. De momento, uno de los cacos ya ha sido detenido y el otro está identificado.
Llegamos a la madrugada del día 3 de septiembre y tenemos que asistir perplejos a tres intentos de robo. Afortunadamente, los agentes ya han dado con dos de los tres cacos.
Bajo esta perspectiva, la población de Medina del Campo requiere a las autoridades una mayor presencia policial. Observamos en muchas ocasiones a los agentes en los actos públicos, en el control de vehículos o imponiendo sanciones en establecimientos cuando es oportuno. Sin embargo, deseamos que estén a tiempo cuando es preciso, cuando las circunstancias descritas lo reclamen. Estamos seguros de que cumplirán su cometido.
Rueda ya vivió hace años una oleada de robos durante sus fiestas patronales, una eventualidad que los ladrones aprovechan para llevar a cabo sus fechorías.
Poniendo de relieve la labor que realizan los diferentes agentes de la autoridad, no queremos olvidarnos en estas líneas de algunos vecinos de Medina del Campo, que según explican los agentes, lograron reducir a uno de los ladrones el pasado día 1. Y es que hace falta ser osado para meterse con los ciudadanos de La Mota y no esperar sus consecuencias.
La Voz de Medina y Comarca
Me gustaría que las noticias siempre fueran claras, y se diga la nacionalidad de los atracadores en todos los casos, que cuando son nacidos aquí bien se dice, pero si son de fuera no se dice ni mu. Medina cada día es más insegura para comerciantes , niños,etc, y no se ve mas vigilancia de la normal. Además se debería pedir la documentación a más de una persona para comprobar que no estan pendientes de sanción o buscados por la ley, de esa manera se darían cuenta que están controlados de cierta manera. Si no cambia esto, al final acabará en tragedia de uno y otro bando. Si alguien ve algo extraño que no dude en ayudar, todos somos vecinos y debemos de cuidar el futuro de nuestros hijos.
Si tan preocupado estáis por la gente de Medina poner nombre apellidos fotos si pudiera ser de los cacos, nacionalidades etc, para que los medinenses estemos preparados y en guardia frente a esta gentuza, por lo demás este artículo sin tratar estos temas demagogia pura.
Bueno,,,eso es lo habitual de hoy en día,,ya sabes,,lo políticamente correcto,,para no generar odios etc etc etc… aunque luego te encuentres que solo sabes recordar el pasado,,,para que la gente no piense en el presente y futuro de mier…a que tienen,,,es así como funciona la sociedad,,,una hipocresía impresionante,,decir lo contrario de lo uno piensa para que no te tachen los acomplejados y domesticados de cosas que les graban a fuego en redes sociales,medios de comunicación etc… así nos luce el pelo.
¿Que significa el final del artículo?, creo que los de la Mota serán normales como los demás, o son diferentes y tienen un cementerio para ellos solos?.
QUE BOBADA
«Y es que hace falta ser osado para meterse con los ciudadanos de La Mota y no esperar sus consecuencias.»
Te doy toda la razón. Yo te aseguro que somos muy normales.
Espero que el que escribe lo haya dicho por la valentía que demostró nuestro vecino al querer ayudar y no porque nos esté considerando personas que responden con violencia. Lo cual está muy lejos de la realidad.
Bueno,,,eso es lo habitual de hoy en día,,ya sabes,,lo políticamente correcto,,para no generar odios etc etc etc… aunque luego te encuentres que solo sabes recordar el pasado,,,para que la gente no piense en el presente y futuro de mier…a que tienen,,,es así como funciona la sociedad,,,una hipocresía impresionante,,decir lo contrario de lo uno piensa para que no te tachen los acomplejados y domesticados de cosas que les graban a fuego en redes sociales,medios de comunicación etc… así nos luce el pelo.
Vaya rabieta con las nacionales, es de traca , por eso estamos como estamos, no salimos de paletos ignorantes tintados de racista, en fin….
bibir en mierdina es fabiuloso, comes gratis con lios tikets del sirvicio sucial y a la nioche … a trabajar jijijijjiijijijiiijijijijiji
En respuesta a Chavo. Pues ha sido el alcalde quien ha mencionado la nacionalidad de los asaltantes a un establecimiento hostelero(marroquíes) y ha omitido la de los asaltantes a un comercio de La Mota (españoles), quizá para no molestar al infame Fachascal y sus ratas patrioticas.
A mi el día 3 me intento robar un chico el movil se lo llevó y lo apago gracias a dos chicos marroquis fueron quien gracias a dios se lo lograron quitar y devolvermelo el chico que me lo robó era alto más o menos de 1.80 llevaba una camiseta blanca con dibujos negros en las mangas también tenía como si fuera una cresta o tupé y el pelo rapado a los lados moreno de piel y el es argelino aunque habla muy bien español también tiene la nariz un poco gruesa así que si lo veis cuidado con el va pidiendo ayuda o donde está cualquier sitio y aprovecha a robaros
ya solo queda promocionar a un comandos parapolicial para que acosen a aquellos que señalen los amigos de Cuevas.
yo no riobo, lo cojo prestado para siempre