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jueves, abril 25, 2024

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3 de cada 4 empresas españolas ven inviable la jornada laboral de 4 días

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Redacción.-

Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, y el Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos han presentado el primer Estudio sobre Flexibilidad y Competitividad Empresarial, que señala que prácticamente 3 de cada 4 empresas consultadas (74%) ve inviable la implantación de la jornada de 4 días en el corto plazo en su compañía. Un 14% piensa que sería posible siempre que el salario fuese proporcional al tiempo trabajado y el restante 12% cree que sí se podría lograr incluso manteniendo el nivel salarial actual.

Según esta encuesta realizada entre medio millar de compañías representativas del tejido empresarial español, las principales razones que estas empresas alegan para no ver viable la implantación de la jornada son de diferente índole. Así, el 52% de ellas dice no tener margen de productividad para amortizar una jornada a la semana; otro 42% asegura no disponer de margen de beneficio para mantener el nivel salarial con menor jornada; otro 38% además no puede cubrir la quinta jornada con otros trabajadores a tiempo parcial; un 22% ve un hándicap adicional el no disponer de procesos automatizados o automatizables para que permitan amortizar esa reducción; y, por último, un 7% de las respuestas señalan que la jornada de 4 días no es sostenible por razones de seguridad y salud de las personas trabajadoras.

Flexibilidad interna

El 38% de las compañías españolas entiende ya la flexibilidad como parte de su plan estratégico de futuro, aunque hay un 21% de ellas que lo ve sólo como una herramienta para gestionar la crisis derivada de la pandemia y la situación de emergencia sanitaria.

Dentro de las medidas de flexibilidad interna que las empresas tienen a su disposición, los horarios flexibles y el teletrabajo son las mejor valoradas con puntuaciones de 7,9 y 7,3, respectivamente, en una escala del 1 al 10. El uso de permisos y vacaciones se sitúa a continuación con 6,7 puntos y, tras ella, las siguientes medidas mejor valoradas son la retribución variable y las jornadas irregulares o bolsas de horas, con 6,6 puntos cada una.

En cambio, los ERTEs -una de las medidas de flexibilidad interna más usadas durante 2020 por las empresas españolas- se califican con una media de 4,6 puntos.

Horarios flexibles

Al analizar algunas de estas medidas de flexibilidad interna más en detalle, queda patente que, dentro de los horarios flexibles tan bien puntuados, más de la mitad de las empresas tiene un sistema de horario flexible; un 23% tiene un horario con márgenes para entrada y salida; el 18% no tiene ninguna modalidad instaurada; y sólo el 6% tiene libertad absoluta de horarios de entrada y salida para sus trabajadores.

En el 45% de las empresas los horarios flexibles los disfrutan más del 50% de las personas trabajadoras; y en el 35% de las empresas los disfrutan más del 75%.

Además, sólo en el 17% de las empresas existen sistemas de flexibilidad que van más allá del horario, permitiéndose que la persona trabajadora elija los días que trabaja.

Teletrabajo

Si nos centramos en el trabajo en remoto o teletrabajo (segunda medida mejor valorada), las cuestiones que más preocupan a las empresas son cómo conciliar la flexibilidad con la desconexión digital o el registro horario (8 sobre 10 puntos), ambas de imperativo legal; cómo compatibilizar el seguimiento sobre la productividad de las personas trabajadoras con el respeto a su intimidad (7,9 puntos) y que no conlleve necesariamente el incremento de costes para la empresa (7,8 puntos).

Del otro lado, la medida de flexibilidad interna menos valorada por las empresas es la aplicación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). En aras de conocer por qué las empresas los califican tan débilmente se les pidió valorar qué medidas deberían mejorar la regulación actual de los ERTE.

Así, las empresas consultadas entienden que los ERTE deberían reforzar los sistemas de control contra el fraude que la normativa actual exige, afirmación que es puntuada con 9 sobre 10; reducir la carga administrativa y burocrática que conllevan (8 puntos); y que deberían acompañarse de medidas de apoyo financiero con fondos públicos a las empresas en sectores o situación especialmente vulnerables (8 puntos).

Javier Blasco, director del Adecco Group Institute, apunta: “en 2020 hemos aprendido que aquellos países que salieron reforzados de la crisis de 2009 nuevamente nos han marcado la senda de cómo gestionar la transición en clave de flexibilidad y seguridad para personas y organizaciones. En este sentido, el modelo danés de flexiseguridad ha sido copiado por otros países de la UE para crear modelos más resilientes, adaptativos y eficaces para el empleo y la recuperación económica: la colaboración público-privada para crear un mercado de trabajo más eficiente e inclusivo, un modelo de cobertura social para los colectivos en situación de vulnerabilidad, y un marco regulador flexible que favorezca el emprendimiento, la inversión y la creación de empleo”.

Asimismo, Blasco señala: “el empleo es cada vez más diverso y, en consecuencia, las políticas deberían adaptarse mejor a este escenario. Además, los avances hacia una mayor flexibilidad nos están demostrando que el compromiso de las personas trabajadoras ha aumentado, disipando el mito de que la flexibilidad socava los resultados. Los empleados, en su mayor parte, han aceptado trabajar de manera flexible y, en la experiencia del teletrabajo, las personas identifican una mayor agilidad del trabajo en equipo, la supresión de tiempos y esfuerzos de desplazamiento y una mejor capacidad para concentrarse en tareas de mayor concentración y contenido intelectual, como principales razones para mejorar la productividad”.

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