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jueves, abril 18, 2024

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Joaquín López, Loyu 2000: “La plantilla de trabajadores siempre nos ha respondido y, esta vez, no ha sido menos”

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La empresa Loyu 2000 se ha caracterizado por saber salir adelante en los diferentes periodos de crisis que se han sucedido en la historia actual. Tanto es así, que la empresa de Rodilana y Medina del Campo no ha tenido que prescindir de los servicios de sus trabajadores durante la pandemia de coronavirus, unos puestos que mantuvieron también durante la crisis de 2008.

Joaquín López es el director de esta empresa familiar a la que dieron nombre con el cambio de milenio. La actividad de él y sus hermanos se remonta a finales de los 80 y principios de los 90. Sin embargo, el germen de la maestría con el metal lo trajeron Félix y Eliseo López Yuguero, las personas que pusieron en marcha la herrería de Rodilana en 1948, un oficio que han ido mejorando y haciendo evolucionar los hijos de Eliseo a través del estudio y la diversificación en los múltiples sectores de la construcción y que ahora cuenta con un futuro prometedor de mano de las futuras generaciones.

Loyu 2000 cuenta con más de 7.500 metros cuadrados de nave y más de 15.000 en parcelas que destinan a sus actividades en Medina del Campo y Rodilana. Realizan trabajos de carpintería metálica y acero inoxidable para puertas, barandillas o verjas.

Además, hay que añadir la otra parte importante de Loyu 2000, que compone la estructura metálica utilizada en naves, polideportivos y grandes edificaciones. Por último, en esta empresa se lleva a cabo también la realización de ferralla para la construcción, con una parte del almacén incorporada para las cubiertas.

Para todo ello, hacen uso de maquinaria moderna y nueva para llevar a cabo cortes con plasma, granalladoras, sierras de considerable tamaño, dobladoras y plegadoras.

De esta manera, han realizado múltiples trabajos en Medina del Campo y su Comarca, entre los que se encuentra la estructura del polideportivo del IES Emperador Carlos, diversas naves de queserías Entrepinares y, en la actualidad, múltiples encargos para las empresas de agroalimentación de la zona. Patatas Meléndez e IberSnack son algunas de ellas, además de la infraestructura metálica que incorporan las diversas bodegas de vino que se han implantado bajo la Denominación de Origen Rueda desde hace varios años.

Joaquín López espera que pronto pase este “paréntesis” que la pandemia de COVID19 les ha obligado a gestionar desde marzo de 2020. López recuerda el parón que tuvieron que realizar desde el 16 de marzo del pasado año, un parón que partía de la incertidumbre ante el virus.

Después de un mes sin apenas movimiento, en el que sólo se gestionaban algunas urgencias, arrancaron de nuevo la actividad a mitad de abril y por completo desde el mes de mayo. En este sentido, López pone de relieve la actitud de sus trabajadores, que siempre “han colaborado y sabido entender la situación”. Loyu 2000 tiene una plantilla de 55 trabajadores y la práctica totalidad de ellos cuenta con un contrato indefinido.

Se trata de una situación en la que tuvieron que incorporar diferentes medidas de seguridad y labores de desinfección rigurosas que Joaquín López estima han tenido un coste de más de 50.000 euros. Además, “recuperar tres meses perdidos en un año no es posible”, explica López, que sin embargo manifiesta sentirse razonablemente satisfecho porque, tras esta adaptación a las nuevas medidas, se ha logrado volver a la actividad con cierta normalidad “gracias a la colaboración y entrega de los trabajadores”.

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