Redacción.
El Ej?rcito de Tierra asume el liderazgo de rastreo y llegar? a tener hasta 1.100 efectivos integrados en los sistemas de cada autonom?a.
A finales de agosto, el Ministerio de Defensa puso a disposición de las Comunidades Autónomas 2.000 rastreadores, aunque se prev? que el número aumente en las próximas semanas, en funci?n de las necesidades de cada zona. Esta misi?n, bautizada como ?Baluarte?, tiene como objetivo colaborar con los gobiernos regionales a la hora de localizar casos positivos de coronavirus.
Para ello, se ha creado una Unidad de Vigilancia Epidemiol?gica (UVE) en cada Comunidad que ha solicitado la presencia de los rastreadores. La Fuerza Terrestre es la encargada de dirigir la misi?n ?Baluarte? para el Ej?rcito de Tierra (ET), que asumir? el mando en los pr?ximos días de las UVEs donde están desplegadas sus efectivos, excepto en Murcia, donde lo har? el Ej?rcito del Aire ?aunque tambi?n hay rastreadores de Tierra?.
En el caso de la Comunidad de Madrid, el ET ya es la autoridad de coordinaci?n desde el 25 de septiembre. La UVE la componen cinco secciones: dos de Tierra, dos del Ej?rcito del Aire y una de la Armada. Asimismo, participan efectivos del Cuerpo Militar de Sanidad en las labores de asesoramiento sobre aspectos sanitarios. Las que pertenecen al ET, en Madrid, se encuentran en el Mando de Artiller?a Antia?rea y en la base ?El Goloso?, donde tiene su Cuartel General la Brigada ?Guadarrama? XII. Inicialmente, esta Comunidad solicit? el apoyo de 150 rastreadores de las Fuerzas Armadas en turnos (mañanas, tardes y fines de semana) de 50 efectivos.
La labor de los rastreadores
Los rastreadores se han preparado en diferentes materias, como el marco en el que se desarrolla la misi?n, la cooperaci?n con la Comunidad de Madrid, los aspectos legales, las habilidades comunicativas? Para desarrollar su funci?n, deber?n transmitir confianza y empatizar con la persona a la que llaman para que se sienta apoyada.
Desde las instalaciones donde act?an ?pueden ser civiles o militares?, realizan tareas de seguimiento de las personas asignadas previamente. Mediante una base de datos que respeta la privacidad, acceden a un número de alerta, que permite al rastreador a los ciudadanos que hayan tenido una PCR positiva. En la entrevista telefúnica, se interesan por su estado de salud y los contactos recientes.
