Redacción.-?
La dimensi?n de la pandemia es de sobra conocida como para reiterar las cifras de personas contagiadas, fallecidas y recuperadas a día de la fecha, 4 de mayo. Nuestro sentido pesar a familiares y amigos. Ya sabemos lo que ha pasado y comprobado la fragilidad del hilo sobre el que nos movíamos. Estamos viendo las consecuencias de habernos cre?do invulnerables y hemos descubierto que no podemos vivir ajenos a la naturaleza, somos parte de ella.
Hemos podido comprobar que los servicios públicos como la sanidad, la educación?n, los cuidados?? no se planifican desde una cuenta de resultados que opta por la externalizaci?n y privatizaci?n de servicios b?sicos sino que para garantizar una vida digna ?stos tienen que ser públicos en toda su dimensi?n. ?Bravo por el personal sanitario! Llevan años denunciando la precariedad de sus condiciones laborales, la escasez de personal, el desmantelamiento de la sanidad pública sin que se les hiciera caso y cuando lleg? la hora de la verdad, no ten?an material con que protegerse pag?ndolo muy caro. Nuestra gratitud y reconocimiento.
Cuando todo esto pase (porque tambi?n esto pasar?) que no nos puedan decir aquellos que nada han aprendido, que los que no hemos aprendido nada somos nosotros. Muchas de las cosas que hemos visto ya las sab?amos y hemos comprendido que las decisiones tendentes a construir una ?nueva normalidad? tienen que pasar por establecer un equilibrio en el que cuando surja la incompatibilidad entre salud y la econom?a aquel se restablezca a favor de los derechos y no de las plusval?as.
A partir de ahora nada será igual a lo que hemos conocido, pero ese ?nada será igual? es un marco que debe construirse desde la mayor?a social y para la mayor?a social. Porque no es verdad que se pueda construir entre todas y para todas cuando una minor?a considera que pagar impuestos es ?de pobres? o cuando la conmiseraci?n voluntaria sustituye a la obligaci?n impositiva.
Ya no cabe preguntarse ?c?mo nos pudo pasar? pues se han ido abriendo grietas en la sociedad a la vez que se reforzaba el sistema y ahora hay que cambiarlo, arrancar de nuevo el motor y queremos hacer propuestas.
Hay que decidir c?mo se van a repartir los recursos: si se va a seguir apoyando la unidad de producci?n reflejada en esas grandes empresas que nos han tra?do despoblación y precariedad laboral, pobreza y desigualdad para ser competitivos (?con qui?n, con China?) o si se va a optar por apoyar la organizaci?n de unidades productivas de peque?as empresas que son las que nos han permitido abastecernos durante el confinamiento.
Despu?s de los ERTE vendr? el cierre de empresas y un alt?simo Índice de desempleo. Despu?s de los ERTE vendr?n los procedimientos concursales que debieran tener como único y m?ximo objetivo el reflotamiento de negocios que se puedan ver afectados por las consecuencias de la pandemia, siendo necesario que el r?gimen concursal facilite la transmisi?n de empresas a los propios trabajadores.
La crisis que estamos padeciendo todavía no se ha mostrado en toda su intensidad, pero podemos estar seguros de que ya han cambiado las relaciones laborales y econ?micas y por ellos es necesario afrontar lo que sabemos que va a pasar aunque nos resulte duro de creer.
Es necesario adaptar una legislaci?n que dificulta la recuperaci?n productiva de empresas en crisis por parte de sus trabajadores y dar respuesta a los l?gicos procesos de cambio generacional en el ?mbito empresarial que probablemente cobren una especial relevancia en esta ?nueva realidad? que debemos configurar.
Las Sociedades Laborales de Castilla y León y su entidad representativa, AEMTA, tenemos ya 25 años de experiencias y sabemos que cuando los trabajadores optan por la recuperaci?n de su empresa y rescatan su vida laboral, hacen posible un proyecto diferente, viable y con vocaci?n de permanencia basado en la participaci?n activa y en la corresponsabilidad.
En este sentido, hay que reivindicar el art?culo 129 punto 2 de la Constituci?n Españañola, que expresa muy claramente lo que estamos planteando: El fututo inmediato nos obliga a promover la recuperaci?n productiva por medio de la participaci?n de los trabajadores en la empresa: ?Los poderes públicos promover?n eficazmente las diversas formas de participaci?n en la empresa y fomentar?n, mediante una legislaci?n adecuada, las sociedades cooperativas.
Tambi?n establecer?n los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producci?n?.
AEMTA lleva 25 años fomentando este modelo empresarial participativo en Castilla y León y estamos convencidos, como ya ocurri? en las d?cadas de los 70 y 80 del siglo pasado, que será cuesti?n de voluntad política que se puedan realizar actuaciones que faciliten la recuperaci?n productiva de empresas en crisis, as? como propiciar, ante los procesos de cambio generacional que se producir?n en muchas empresas, la puesta en marcha de Sociedades Laborales
Se hace necesario situarnos en el siglo XXI: las sociedades laborales representan los valores con los que construir esa ?nueva realidad? y porque el futuro tiene porvenir, es necesario un pacto por la reactivaci?n industrial con la puesta en com?n de las buenas pr?cticas que desde antes incluso de su construcción legal ya ven?an practicando las Sociedades Laborales.
