Ahora que se empiezan a ver mejores caras, que las calles se llenan de vida y que los ojos
dejan de transmitir miedo por encima de las mascarillas, no conviene bajar la guardia ni olvidar todo el polvo que ha levantado el coronavirus a su paso, dejando al descubierto tantos y tantos problemas estructurales.
Entre estos, tambi?n la situación del campo, ?o es que nos hemos olvidado que los agricultores y ganaderos estábamos en la calle manifestándonos por unos precios justos? En Extremadura, en Castilla y León, en la Comunidad Valenciana, en Catalu?a?Y, precisamente, el día antes del anuncio del estado de alarma, tambi?n a nosotros nos toc? posponer la manifestación que ten?amos programada en Madrid a nivel estatal y que ten?a previsto congregar a miles de agricultores y ganaderos de todos los rincones del pa?s.
Entonces apartamos moment?neamente nuestras reivindicaciones y nos pusimos a desinfectar las calles de nuestros pueblos y seguimos cuidando a nuestro ganado y nuestros cultivos para asegurar que no faltara alimento a una sociedad que ten?a que estar encerrada en casa y que, a los pocos que sal?amos a trabajar, algunos incluso nos llamaban h?roes, por tener que asumir riesgos que los demás no ten?an por qu? soportar.
La realidad es que ante esta gran cat?strofe, tanto en vidas humanas como para la econom?a del pa?s, no todo el mundo ha perdido, algunos han salido ganando. Desde luego, nosotros no, ya ven?amos arrastrando muchos problemas de antes y se han juntado con los ocasionados por el COVID ? 19, el cierre del canal de Hosteler?a, Restauraci?n y Cafeter?as (HORECA) y que las Administraciones, en lugar de preferir fomentar los ya existentes mercados al aire libre, ha favorecido a las grandes superficies en espacio cerrados donde, seguramente, el contagio es más f?cil.
La cesta de la compra en estos Últimos meses, está saliendo más cara a las familias de
manera injustificada porque no nos pagan más a los productores y salvo las tozudas
estad?sticas, nadie dice nada porque parece que resulta más interesante ver las estanter?as
medio vac?as, que da más sensaci?n de escasez y as? la gente compra más y más r?pido.
Dicho esto, el ambiente está caldeadito porque el contexto macroeconómico tampoco está
mejor. Ya se habla de recorte de la PAC, que supone casi el 30 % de la renta de los
agricultores, ?pero c?mo vamos a asegurarnos el 70% si están las cosas como están y los
precios no paran de bajar? Es m?s, el caso del pollo es el ejemplo más estrepitoso, precios
bajos en granja y cada vez más alto en los supermercados.
Los datos son los que son y la renta de los agricultores y ganaderos sigue estando muy por
debajo de la del resto de los demás ciudadanos, además el t?rmino definido como ?renta
agraria? arroja una bajada el Último año de un 8,6 % y luego los pol?ticos se llenan la boca al hablar de la Constituci?n, sin recordar que el art?culo 130 dice textualmente ?Los poderes públicos atender?n a la modernizaci?n y desarrollo de todos los sectores económicos y, en particular, de la agricultura, de la ganadería, de la pesca y de la artesan?a, a fin de equiparar el nivel de vida de todos los españoles?. Debe ser que algunos art?culos valen más que otros, porque en más de 40 años desde su aprobaci?n este sigue pendiente.
En la transici?n recordaron nuestra realidad y dieron un mandato constitucional que, por lo
visto, no ha valido para gran cosa y nos dejaron de lado, en los pactos de la Moncloa no
contamos para nada, en la integraci?n europea en el 1985 de la que muchos no renegamos, lo cierto es que lo del campo se negoci? mal y nos cost? diez años ponernos en igualdad de condiciones con otros agricultores europeos.
Con estos precedentes, me temo que ahora que se habla de la nueva reconstrucción del pa?s como no se remedie de inmediato, nos pasar? lo mismo. Para evitarlo, nos hemos dirigido al presidente del Gobierno y al Congreso para que lo agricultores ganaderos y habitantes del medio rural dejemos de ser la cenicienta española y seamos tenidos en cuenta en esta ocasi?n ?Qu? planes reales tiene el Gobierno? Porque la casa está sin barrer desde hace tiempo y ya ha salido todo lo que había bajo la alfombra, a la vez que siguen creciendo las obligaciones ambientales para los agricultores, los acuerdos comerciales que se producen por otros temas y que acaban por perjudicar a nuestras producciones, los vetos de otros pa?ses, el ruso y los aranceles de Trump y un sinf?n de contextos que terminan de preparar el c?ctel.
Trabajo hay para aburrir, pero parece que se mira hacia otro lado. Mucha buena voluntad,
muchos apuntes, pero se tira el papel en cuanto se acaba la reunión, telem?tica o presencial, da igual, porque la actitud, con o sin pandemia, no cambia.
Creo que los productores agrarios venimos demostrando todo lo que ten?amos que demostrar, ahora le toca al conjunto de las administraciones, tambi?n la del Estado, ponerse manos a la obra con algo más que con palabras, promesas y ?patad?n para adelante al bal?n del problema a ver si se arregla solo, o cuando explote que ya no está yo? ,porque está claro que si no, en cuanto se pueda, volveremos a la calle, que parece que a los gobiernos s?lo se les abre la mente si ven bloqueadas las grandes ciudades y las carreteras por tractores.
No creemos que las soluciones a largo plazo pasen por mantener artificialmente estructuras
sociales empresariales caducas a fuerza de subvenciones pagadas entre todos, ni en el
conjunto de la econom?a, ni tampoco en el sector agroalimentario, pero s? por unos precios
justos y por un justo reparto de las cargas y de los beneficios, especialmente en nuestro sector donde una humilde naranja multiplica por 10 su precio desde el productor al consumidor. Uno compra, hereda o arrienda la tierra, planta el ?rbol, espera años, riega, labra, recoge y cobra 1 y otro trasporta y pone en la estanter?a y cobra 10.
No queremos ser h?roes solo ciudadanos normales con los mismos derechos y obligaciones
que los dem?s, pero eso s?, nos negamos a ser de nuevo la Cenicienta y menos en este
cuento, as? que el Gobierno va a tener que darse prisa antes de que la carroza se convierta en calabaza.
Hay soluciones, solo que hay que querer ponerlas en marcha y asumir el coste de hacer las
cosas bien, aun con el riesgo de que unos- uy pocos pero muy bien asentados y poderosos -se enfaden si no todo se hace como ellos quieren. Ahora que hay un plan de reconstrucción, el campo no puede quedarse fuera de ?l. Ser?a incomprensible, porque si hay una sola certeza en este momento es que las personas, para vivir, tienen que comer.
Jose Manuel de las Heras
Coordinador estatal de Uni?n de Uniones
