Redacción.-
Un?28 % de ni?os?y jóvenes de entre?2 y 17 años?padece?obesidad o sobrepeso?en Españaña, según se desprende de la Última?Encuesta Nacional de Salud del INE, que estima que hay?más de 2 millones de ni?os?en esa situación.?De estos, casi?la mitad, en concreto 964.000,?pertenece a familias poco cualificadas profesionalmente. Varios estudios constatan que existe una relaci?n entre el nivel socioeconómico y la obesidad:?cuantos menos recursos, más obesa es la población?y a la inversa.
La encuesta del INE constata que la?cifra?de?hijos con obesidad de trabajadores?no cualificados (un 13,1%) dobla la cifra de hijos con obesidad de directores y gerentes de grandes establecimientos y de profesionales tradicionalmente asociados a licenciaturas universitarias (un 4,9%).
No es la única encuesta que relaciona la clase social y el nivel de estudios con un Índice de masa corporal (IMC) superior a los l?mites saludables. La?Encuesta de salud de Catalu?a?del año 2018 (que refleja que el?35,6 % de ni?os de 6 a 12 años padece exceso de peso) constata asimismo que la prevalencia de la obesidad es mayor en las clases más desfavorecidas, diferencia que se hace más patente en el caso de los ni?os.
Estudios más antiguos llevados a cabo en Catalu?a como la Encuesta de salud de Catalu?a de los años 2014 y 2015 pon?an ya de relieve que el porcentaje de obesidad infantil iba subiendo a medida que el grado de estudios de los padres disminu?a. Por ejemplo, en 2015 había un 8 % de obesidad en clases sociales altas y el 15,9 % en clases más bajas. La cifra de ni?os con obesidad en familias con estudios universitarios era del 6,8 % y en familias con estudios primarios o sin estudios, del 21,3 %.
Otros estudios desarrollados en Europa y en Estados Unidos confirman la hip?tesis de que, en?pa?ses desarrollados, lañobesidad?está inversamente?relacionada con el nivel educativo, la?situación laboral?y los ingresos netos que entran en los hogares. La?tesis?Nivel socioeconómico y obesidad infantil. H?bitos diet?ticos en ni?os europeos?explica que los?ni?os de menor nivel socioeconómico?se caracterizan por el consumo más frecuente de?alimentos procesados ricos en az?cares,?grasas,?snacks?dulces y salados, y refrescos azucarados. Y por el contrario, consumen?menor cantidad de frutas,?verduras y productos integrales.
Las profesoras de los?Estudios de Ciencias de la Salud?de la UOC?Anna Bach?y?Al?cia Aguilar?atribuyen estos datos a que las clases sociales más bajas ?tienen más probabilidades de estar presentes en ambientes obes?genos?. Cuentan que un?ambiente obes?geno?no es otro que aquel que favorece la aparici?n y el mantenimiento en el tiempo de la obesidad. Y según las expertas existen?muchos factores?(gen?ticos, biol?gicos, psicol?gicos, sociales y ambientales) que ejercen una gran influencia sobre las elecciones alimentarias y la actividad f?sica que contribuyen a la obesidad, por ejemplo, vivir en un entorno que promueve un?consumo de alimentos densamente energ?ticos?y un estilo de?vida sedentario; pero tambi?n influye la?educación?n?recibida, la?escasez de tiendas?con?productos frescos?alrededor, la?falta de parques, y el hecho de vivir en?calles muy transitadas?o en climas muy extremos y que pueden favorecer que las personas sean menos activas.
Los factores de un ambiente obes?geno
Un?art?culo?publicado por la Asociación Internacional del Estudio de la Obesidad en la revista?International Journal of Obesity?enumeraba los diferentes factores que condicionaban un ambiente obes?geno. Por ejemplo, en el campo?del deporte y el ocio,?eran factores condicionantes la?falta de instalaciones escolares,?pocas ?reas urbanas de juego,?calles inseguras?y el fomento de poca actividad por parte de la familia.
La profesora Anna Bach, que es tambi?n directora del?m?ster universitario de Alimentaci?n en la Actividad F?sica y el Deporte, explica que en los Últimos años han constatado un descenso en la pr?ctica de la actividad f?sica y un aumento de las actividades sedentarias vinculadas al desarrollo tecnol?gico. Tambi?n han percibido una?reducci?n?en la proporci?n de?ni?os que van andando o en bicicleta a la escuela?y un descenso en las oportunidades que tienen los ni?os de hacer actividad f?sica espont?nea.
Un?estudio?del Departamento de Salud de la Generalitat constata que?solo el 30,6 % de la población de 3 a 14 años?hace como m?nimo?una hora de juego al día?en el parque o en la calle, o de deporte, y que es más habitual entre ni?os y niñas de madres con estudios secundarios o universitarios.
Un segundo pilar en el que se fundamenta un ambiente obes?geno es la?promoción de alimentos ricos en energ?a y pobres en el plano nutricional. La profesora Anna Bach explica que la?publicidad?dirigida a los ni?os en edad escolar?de alimentos y bebidas ricos en energ?a?y pobres nutricionalmente y el?tamaño de las raciones?contribuyen tambi?n al ambiente obes?geno.
Explica que se trata de alimentos con ?calor?as vac?as?, porque tienen un alto contenido en grasas saturadas, az?cares simples y un exceso de sal. Se trata de?dulces, zumos, refrescos, boller?a industrial, helados y aperitivos. Todo ello, dicen las expertas, ha favorecido el aumento del consumo de comida r?pida y el hecho de estar constantemente picando. Llama la atenci?n que el?47,1 % de ni?os?de hasta 14 años de?madres con estudios primarios y sin estudios?consume con frecuencia alimentos hipercal?ricos, según se apunta en la?Encuesta de salud de Catalu?a?del año 2016.
Un tercer pilar es el de?la familia, un espejo para los ni?os. La profesora Al?cia Aguilar, directora tambi?n del?m?ster universitario de Nutrici?n y Salud, explica que los ni?os que tienen padres con sobrepeso, que comen alimentos con un alto contenido cal?rico y que son inactivos, probablemente se convertir?n en ni?os con sobrepeso y en adultos con sobrepeso.
Y el Último pilar es?la educación?n y la información. Seg?n las expertas, en la escuela deber?a prohibirse la promoción de alimentos altamente energ?ticos y nutricionalmente pobres dirigidos a los ni?os, una restricci?n que ya se ha puesto en marcha en Españaña. En Catalu?a, el curr?culo escolar incluye la educación?n nutricional, y muchas escuelas organizan ya charlas y actividades sobre alimentaci?n y estilos de vida saludables.
Consejos para reducir las tasas de obesidad
Las profesoras Anna Bach y Al?cia Aguilar enumeran una serie de consejos que ayudar?an a revertir las elevadas tasas de obesidad, que califican como ?la epidemia del siglo xxi?, y que en Españaña han pasado del 7 % al 17 % en tres d?cadas. As?, por ejemplo, recomiendan?aumentar?el consumo?de alimentos de origen vegetal?como frutas y verduras, as? como legumbres, cereales integrales y frutos secos; limitar la ingesta de az?cares;?limitar las horas de sedentarismo?de los ni?os y fomentar desplazamientos a pie o en bicicleta a la escuela; hacer?actividad f?sica?sobre todo en niñas a partir de los 11 o 12 años, edad en la que muchas dejan de hacer deporte;?dormir suficientes horas, y hacer comidas en familia. De hecho, las profesoras explican que tanto la familia como la escuela desempe?an un papel importante en la adopci?n de h?bitos saludables.
Y ?c?mo afecta a la salud del ni?o?
Las expertas recuerdan que muchas enfermedades metab?licas, como algunos casos de?diabetes?o el?colesterol alto, se inician de manera prematura durante la infancia. Bach y Aguilar explican que la mitad de los ni?os que padecen obesidad tiene lo que se conoce como?s?ndrome metab?lico pedi?trico, un grupo de factores de riesgo que incluye resistencia a la insulina, hipertensi?n y otras anomal?as metab?licas. Pueden sufrir tambi?n trastornos respiratorios como?la apnea del sue?o obstructiva?y, las chicas,?el s?ndrome de los ovarios poliqu?sticos.
?Un impuesto sobre bebidas azucaradas?
La profesora Anna Bach cree que para mejorar el acceso a los alimentos en la base de la pir?mide (frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales enteros) podr?a ser más efectivo?reducir la tasa?de estos alimentos que centrar los esfuerzos en un impuesto sobre las bebidas azucaradas o los alimentos ultraprocesados ricos en calor?as y pobres nutricionalmente, que se podr?a aplicar en paralelo.
