Redacción.-
Sequ?as sin precedentes, un creciente número de huracanes, inundaciones, olas de calor? son las pruebas más notables de la crisis clim?tico en todo el mundo. Este tipo de fen?menos extremos se han duplicado desde 1990 y están aumentando la inseguridad alimentaria. ?Interrumpen los ciclos de los cultivos, alteran las condiciones clim?ticas locales, reducen la producci?n agr?cola, esterilizan el suelo debido a la salinizaci?n, diezman los rebaños, reducen el acceso al agua, aceleran la desertificaci?n, reducen las reservas de pesca y, por tanto, reducen las fuentes de ingresos y empujan a más y más personas a la escasez de recursos?, se?ala Didier Verges, responsable de resiliencia y gesti?n de riesgos ante desastres de Acci?n contra el Hambre. No solo afecta al rendimiento de los cultivos sino tambi?n a su calidad nutricional.
Un calentamiento superior a 1,5 ?C podr?a conducir a un mayor riesgo de escasez de alimentos en muchas regiones que ya están al borde de la inseguridad alimentaria. Un aumento de la temperatura por encima de los 2 ?C sumar?a 189 millones de personas más a los 821 millones que ya sufren de escasez crúnica de alimentos (2019?Global Report on Food Crises).
?El impacto del cambio clim?tico, que ya agrava las actuales crisis humanas, podr?a acabar con años de progreso en la lucha contra el hambre y la desnutrici?n. Es fundamental aumentar la capacidad de recuperaci?n de las poblaciones más vulnerables para reducir necesidades y apoyar sus medios de vida para adaptarse a futuras riesgos?, explica Verges.
Adaptaci?n, agroecolog?a, resiliencia? respuestas ante el hambre clim?tica
Acci?n contra el Hambre está redoblando esfuerzos en algunos de los pa?ses más afectados por el hambre agravada por el clima con soluciones como cultivos de adaptaci?n, sistemas de alerta temprana, sistemas comunitarios o familiares de retenci?n del agua de lluvias o respuestas humanitarias a las nuevas oleadas de desplazados por las crisis clim?ticas.
