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viernes, marzo 29, 2024

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Editorial

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Cualquier tiempo pasado…

Medina del Campo, Tordesillas, Olmedo, Fresno el Viejo, Alaejos… son algunas de las localidades que, no hace mucho tiempo, decidieron mirar hacia atr?s con el fin de quitarle el polvo a todos esos recuerdos que forman parte de su historia, de sus ra?ces, de su origen… Porque la nostalgia es algo que el ser humano lleva tatuado en las venas, sobre todo en aquellos momentos en los que quiere entender la actualidad de su pueblo, de su forma de vida, los nombres de las calles, la forma de los edificios o lo que ocurr?a en las calles del municipio.
Las ferias renacentistas, los mercados medievales, los teatros cl?sicos, las semanas culturales… han vuelto a numerosas localidades recordando a sus ciudadanos qui?nes eran sus antepasados, qu? hac?an para sobrevivir, su cultura y numerosos datos con los que sentirse a?n más arraigados a su tierra.

Se desconoce si se trata de una moda o de un proyecto que ha llegado para quedarse. Por supuesto, aquellos que entiendan sobre la importancia del turismo para cualquier municipio luchar?n para que este tipo de programas salgan adelante, porque no solo fomentan el desarrollo económico de un lugar, sino tambi?n la cooperaci?n entre los vecinos, una estrategia que se ha ido quedando en el olvido, llegando a descartarse en muchas ocasiones esa frase tan real que dice ?la uni?n hace la fuerza?.

Los pueblos no necesitan individualismos, no necesitan que cada uno piense en s? mismo. Si algo diferencia un peque?o municipio de una gran ciudad es esa empat?a, esa cercan?a entre las personas que viven en ?l. Porque el ser humano, en grupo, siempre es mejor cuando se re?ne para buscar soluciones a los problemas, cuando se trata de abrir puertas, cuando se quiere mejorar, cuando se pretende crecer, cuando se persiguen objetivos que benefician a todos.
El pasado vuelve y nos recuerda que aunque hubo ?pocas de mayor esplendor, siempre podemos sacar el m?ximo partido a lo que tenemos ahora, a lo que podemos poseer ahora, a las riquezas que siempre quedaron patentes, a lo mejor de los ciudadanos que siempre están dispuestos a dar.

Medina del Campo y su comarca podr?n seguir creciendo siempre que haya actitud, ganas, energ?a, ilusi?n, compa?erismo, esfuerzo e, incluso, imaginaci?n, actitudes que de momento no faltan.

La Voz de Medina y Comarca

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